Con relación al tan manido, manoseado y sangrante tema de la llegada del AVE a Huelva y su repugnante debate sobre si vendrá una estación o un apeadero y a la otra llaga de nuestras perdidas esperanzas que corresponde a la autorización para construir un aeropuerto, no cabe más que retroceder un poco en la historia de nuestro pais, para ver lo que son cacapces de hacer ésa pandilla de bandoleros sin vergüenza denominados políticos y lo que nos queda que padecer.
Cuesta trabajo creerse algunas historias que afloran desde los más tenebrosos y ocultos rincones de nuestra geografía nacional. Independientemente del color político de sus protagonistas tales asuntos deberían ser condenados legalmente o cuanto menos investigados por las autoridades de turno y puestos en público y general conocimiento de la ciudadanía que es, en definitiva quien más se perjudica con tales actuaciones.
Hay que ver la poca vergüenza con que se pavonean algunos políticos y sus adlátares, pringados hasta los ojos de la más repugnante mierda y nosotros, como tontos llenos de babas contemplándoles, impasibles, impotentes para tomar medidas, viendo como nos engañan, nos roban, nos pisotean y hasta somos capaces de reírles las gracias como si tal cosa.
Esos malditos, deberían pagar de alguna manera sus aberraciones y los desgraciados que justifican tales maniobras esperando recoger algunas migajas del negocidio como pago a su fidelidad, también deberían quedar marcados con algún signo indeleble y bien ostentoso que les señale, para siempre, la catadura que gastan por donde quiera que vayan, así todos podríamos escupirles a la cara por canallas, rateros y esquiroles.
La siguiente aventura tuvo sus orígenes en el Ministerio de Fomento bajo el mandato gubernamental del Partido Popular cuando encargó al GIF (Gestor de Infraestructuras Ferroviarias), organismo autónomo, dependiente del propio Ministerio, la ejecución de las obras del AVE Madrid-Barcelona.
Este organismo, adjudicó la realización de las multimillonarias obras del AVE Madrid - LLeida a una UTE (Unión Temporal de Empresas) constituida por COBRA y una de empresa italiana del Grupo Berlusconi. La intermediación entre el GIF y las empresas adjudicatarias supuso un desembolso en concepto de comisiones de casi 48 millones de Euros (unos 8 mil millones de pesetas), siendo su beneficiario Alejandro Agag, yerno de José Maria Aznar, a la sazón presidente del gobierno español.
La boda celebrada en el Real Monasterio de El Escorial entre la hija del Sr. Aznar y Alejandro Agag, celebérrima por su boato, pompa y fulgores tuvo como invitados de honor a Silvio Berlusconi y Tony Blair, el colega inglés que también se hizo la foto de Las Azores junto con Bush y el padrino de la boda . Recuerden que fue considerada como boda de estado y del pecunio público, es decir de nuestro dinero, se sufragaron algunos de sus gastos, los cuales hubieran reparado las miserias de muchos ciudadanos.
La historia continúa porque el verdadero braguetazo no lo dió el listillo de Agag sino su suegro con el AVE de Guadalajara que no para en Guadalajara capital. El apeadero más cercano pertenece al municipio de Yebes, situado a 10 minutos, en coche, de dicha capital al que se accede por una vieja y tortuosa carretera de carril único. Sabiendo que un tren normal tarde 37 minutos desde Guadalajara hasta Madrid, es lógico pensar que por ahorrarse 10 minutos que, se supone, debe tardar el AVE más la carestía del billete, no merece la pena desplazarse hasta Yebes para coger el AVE e incluso suponiendo que hagan una carretera nueva más accesible, todo sigue oliendo a enguaje, máxime cuando conozcan los siguientes detalles.
En 1998 el Partido Popular decidió colocar la única estación del AVE Madrid-Lleida a su paso por Guadalajara en la pequeña localidad de Yebes. La decisión favorecía descaradamente los intereses de D. Fernando Ramírez de Haro, esposo de Dª. Esperanza Aguirre, Presidenta de la Comunidad de Madrid y a su familia que poseen en éste municipio y sus aledaños miles de hectáreas de terreno de su propiedad. El Sr. Ramírez de Haro y sus hermanos son propietarios de 1.160 hectáreas repartidas en cinco fincas que compraron a su madre en el año 1987 a cambio de una renta vitalicia anual escasamente superior al millón de pesetas de entonces, hoy 6.000 Euros.
El precio de éste suelo rústico, aún no ha sido recalificado pero rondará los 6 millones de Euros (1.000 millones de Pts.), siendo la más beneficiada por éstas revalorizaciones Dª. Teresa Micaela Valdés, tía del marido de Dª Esperanza Aguirre.
Los andenes del AVE se ubican, precisamente, en sus tierras. Después de las pertinentes expropiaciones por parte del Ministerio de Fomento, ella ha solicitado construir una urbanización con más de 9.000 viviendas, denominada VALDELUZ. Los terrenos de ésta futura urbe, más conocida como “Velandia” fueron recalificados en el 2001 mediante un plan de ordenación urbana. La propiedad del suelo pertenece a una sociedad denominada EL ARVEJAL, SL. siendo sus accionistas Dª Teresa Micaela Valdés e hijos, primos de Dª. Esperanza Aguirre.
La propiedad, es decir Dª Micaela valora el suelo de ésta urbanización en más de 8.000 millones de pesetas. El arquitecto municipal de Yebes es Jaime de Grandes, hermano de Luís de Grandes, Diputado del P.P. y Lorenzo de Grandes, Jefe de Prensa de la Asamblea de Madrid por la Presidencia de la Cámara cuyo titular es Dª. Concepción Aguirre.
Tantas casualidades desprenden un cierto tufillo a mierda de las gordas que no ha sido destacado en los titulares de prensa y yo me pregunto ¿será verdad todo esto o estoy soñando? ¿realmente existe libertad en España, la prensa es tonta, cómplice o víctima?. Los Registros son públicos en nuestro país y cualquiera puede comprobar la titularidad de las propiedades, ¿porqué ocurren éstas cosas?, ahora ¿quién se traga éste sapo?.
La clase política de nuestro país está totalmente desprestigiada, los medios de comunicación actúan mediatizados y presionados por intereses de todo tipo, pero lo peor del caso es que los ciudadanos pasan de todo y ahí es donde se ubica el germen de nuestros peores males.
O despabilamos de una vez o nos vamos todos al carajo.
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